El alquiler vacacional pasa de los pisos a las habitaciones. La población se avanza a la regulación del sector en el nuevo decreto sobre viviendas turísticas que ultima el Govern y a día de hoy en webs como la de Airbnb aparecen más de 200 ofertas de particulares de Menorca que abren las puertas de sus casas al turista y le arrendan una habitación a partir de 15 euros la noche. El aumento de la demanda de alojamiento extrahotelero está detrás de este fenómeno. El perfil de quien visita Menorca sin contratar hotel está en auge: solo este año ha pasado del 38% al 43% del total de turistas durante la temporada.
Este tipo de estancias, clasificadas en la web como «habitaciones privadas o compartidas», son tan diversas como quien las ofrece. En la red se encuentra desde quien cede un estudio de 10 metros cuadrados durante unos días para sacarse un dinero extra, con viviendas a las que se accede por la parte de atrás de su comercio, a casas antiguas que, bajo la descripción de «bed and breakfast», funcionan como una pequeña pensión a la antigua usanza.
En la zona de Ciutadella, donde ya se alquilan habitaciones por Sant Joan a más de 250 euros, se saca partido a más de 110 habitaciones. La más barata se cobra a 19 euros, la más cara, a algo más de cien. En Maó y alrededores se alquilan unas 86 habitaciones, normalmente para dos personas, con un gasto medio de 50 euros al día.