La gran mayoría de comercios de la Isla parecieron ponerse de acuerdo para cerrar este domingo y así el primero de apertura comercial del año pasó desapercibido, a pesar del inicio general de rebajas.
Solo trabajaron en algunas franquicias, especialmente las que se dedican a moda femenina y ropa interior, cuyas depedientas admiten que la afluencia de clientes fue irrisoria en comparación con el sábado, cuando las calles iban llenas de gente buscando ofertas. Y es que este domingo, a pesar de que la buena meteorología favoreciera salir de paseo, los peatones no se entretenían en entrar. Detrás del mostrador se atribuía la falta de movimiento al desconocimiento.
Sí lo notaron en grandes superficies de Maó, donde el público tiene el hábito de acudir en festivo y las ofertas de alrededor del 30 por ciento hicieron el resto. Respecto al impacto de las rebajas en las ventas, el sábado fue positivo aunque no tan fuerte para las cadenas, que comenzaron las ofertas a partir de día 2 de enero con descuentos que incrementaron después de Reyes.