El refranero dice que los niños traen un pan debajo del brazo pero no parece que esa sabiduría popular convenza a los que están hoy en edad de procrear. Los síntomas de recuperación económica no han animado a las parejas a tener hijos, el número de nacimientos permanece estable, en unas cifras similares durante los últimos cuatro años, y la natalidad, con una media de dos partos diarios en 2016, no ha recuperado los valores previos a la recesión.
El año pasado se atendieron 732 partos en Menorca, entre los que se registraron en el Hospital Mateu Orfila y los que lo hicieron en los dos centros privados de la Clínica Juaneda Menorca. Un recuento que no incluye aquellos cuyas madres decidieron dar a luz en su propia casa, un grupo muy minoritario.
La gran mayoría de los menorquines nace en Maó, en el hospital de referencia en la Isla y con la cobertura de la sanidad pública. Muchos son mahoneses circunstanciales y por pocos días ya que sus madres llegan de todos los municipios para alumbrar en la maternidad del «Mateu Orfila».
En 2016 los equipos médicos y de matronas atendieron 582 partos en el centro público, que se sumaron a los 150 de los dos centros privados del grupo Juaneda, en la Policlínica Verge de Gràcia (45 partos) y en la Clínica Menorca de Ciutadella (105 partos).