Se instaló en 1975 y en los últimos dos años acumula tres incidentes de cierta gravedad que han provocado el vertido de miles de litros de hidrocarburo tanto en el mar como en las playas. El cable eléctrico submarino que conecta Mallorca y Menorca, de Capdepera a Cala en Bosc, está ahora en el punto de mira y el Govern y el Ministerio de Energía valoran reemplazarlo por uno nuevo, algo que hasta hace poco no se contemplaba.
A finales de octubre una avería afectó a la playa de Cala Mesquida, en Capdepera. Se vertieron a la arena unos 4.000 litros del líquido refrigerante que pasa por el interior del cable de 132 kv. Red Eléctrica, responsable del servicio, realizó actuaciones de emergencia para repararlo. Sin embargo, tal y como explicó el concejal de Medio Ambiente del Consistorio mallorquín, Víctor Martínez Bayón, la reparación supone solo el inicio del proceso de descontaminación del suelo y las aguas subterráneas afectadas.