La bacteria del apocalipsis vegetal, como definen algunos articulistas la xylella fastidiosa, se topa en la Isla con un arma natural: la diversidad genética de las especies autóctonas.Algunos expertos coinciden en señalar esa característica del paisaje menorquín como una gran ventaja para combatir los efectos de la plaga vegetal, oficial ya en todo Balears después de que esta semana se confirmaran casos postivos en la Isla.
El fututro del paisaje menorquín por ahora es incierto. Los efectos de la bacteria «dependerán del tipo de xylella que se encuentre», como comenta el coordinador del Obsam David Carreras, aunque «a favor de los árboles está su diversidad».