El gobierno insular descarta reordenar el aparcamiento público de Macarella (Ciutadella) después de que en la temporada anteriorse clausurara el aparcamiento ilegal en la finca de Santa Ana. Observará primero cómo se comportan los bañistas que acudan a la playa, que ahora contará con una capacidad para 160 vehículos en lugar de los 460 que había cuando funcionaba el aparcamiento de pago.
El conseller de Movilidad Miquel Preto, que en un pleno insular de septiembre anunció que se reordenaría el parking público para que entraran unos 20 coches más, explica ahora que no se llevará a cabo ninguna acción.
Lo que suceda «este año nos servirá para saber si realmente se puede incrementar o no» el número de coches, defiende. Justifica la decisión recordando que la zona de aparcamiento público se estableció de acuerdo con la capacidad de carga humana real de la playa, algo que quedaba desvirtuado por el aparcamiento privado.
Preto niega cualquier posibilidad de ejecutar una ampliación del número de plazas esta temporada, porque significaría coger terreno de la propiedad privada que lo rodea, que además está protegida al poseer la cualificación de ANEI. «No se puede modificar el plan especial de un día para otro», recuerda, «es muy difícil» a corto plazo.
Se replantearía una cierta ampliación en el futuro en caso «hipotético» de que se pudiera incrementar, según los resultados del estudio del Obsam de esta temporada sobre la presión humana en las playas.
El Consell sí tiene pendiente mejoras en el camino entre el parking y la playa antes de que empiece el verano. Se espera a mediados de primavera para adecuar el tramo, de tierra, sin pavimentar. Los trabajos, de carácter menor, implican balizar algunos puntos deteriorados y asegurar el camino con nivelación del suelo y abriendo canalizaciones en las zonas de mayor pendiente.
Está previsto que la intervención se lleve a cabo en pocas semanas y que se haya ejecutado antes de la llegada de los primeros bañistas.