No es nada nuevo ni nada sorprendente que los mayoristas turísticos presionen con los precios. Tampoco preocupante en estos momentos para los hoteleros de la Isla. Que TUI y otros turoperadores de relieve hayan aprovechado la feria alemana ITBpara asegurar que los precios de los hoteles en Balears son demasiado altos para ser competitivos entra dentro de la lógica cuando mercados competidores que han estado afectados por la amenaza del terrorismo han resurgido, en parte gracias a bonificaciones y precios a la baja, que les facilitan poder engordar sus cuentas de beneficios.
Los empresarios consultados aseguran que el mercado se está reubicando, reordenando, después de una situación puntual que ha beneficiado a Menorca como destino. No obstante, en general, los turoperadores no están apretando con los precios más de lo habitual. «Por ejemplo, Thomas Cook está encantado», afirma un hotelero menorquín.
Reconocen que en los dos últimos años se han incrementado las tarifas gracias al viento a favor de la altísima demanda coyuntural, pero lo definen más bien como «una actualización» a partir de momentos complicados y cifras muy bajas. El verano pasado, según los datos del Ibestat, la tarifa media subió un 16 por ciento en los hoteles de Menorca. La consultora GFK concluye que el aumento en Balears fue del 9,5 por ciento, con tarifas aún inferiores a Canarias y Grecia.