El aún alcalde de Es Migjorn Gran, Pere Moll, suavizó su discurso en la carta que remitió el miércoles a la gestora insular del PSOE. Afirma que está dispuesto a negociar «con otras condiciones y términos» dejar el Consistorio y la secretaría general del partido en el municipio, aunque mantiene su decisión de no dimitir, al menos por ahora. Abre así la posibilidad de nuevas conversaciones, siempre y cuando se lleven a cabo sin «la presión de los hechos consumados».
No acepta su salida de ninguno de los cargos por razones de carácter formal: «La Asamblea no estaba correctamente convocada y sobre todo, no podía votar una moción de censura directamente», afirma.
Moll considera que las razones por las que la asamblea local del partido pidió su cese y expulsión a inicios de mes «se fundamentan en malas interpretaciones interesadas y en mentiras sobre el desarrollo de mis funciones», afirma en la misiva del 21 de marzo.