La tradición de matar es bujot que Ciutadella escenifica cada domingo de Resurrección a modo de crítica social en la que varias personas disparan con armas de fuego a muñecos situados en alto, carece de autorización a tres días de su celebración.
La Comandancia de la Guardia Civil no ha remitido todavía el informe al director insular de la Administración General del Estado, Javier López Cerón, que es quien debe firmar la autorización en última instancia para que el evento matinal del domingo pueda llevarse a cabo.
Hasta ahora era el departamento de Intervención de Armas de la Compañía de Menorca el que revisaba la petición que tramitaba el Ayuntamiento y elaboraba el informe sobre el cumplimiento de las normas de seguridad para trasladarlo al director insular. Sin embargo este año la petición ha sido trasladada a la Comandancia de Palma debido a la marcha de la Isla del cabo que estaba encargado de este servicio. En la Comandancia balear denegaron, en un primer momento, la petición del permiso debido a la falta de concreción en la documentación presentada. La Benemérita exige mayor rigurosidad para asegurar el cumplimiento del reglamento en el uso de armas en espacio público, licencia de cada tirador, tipo de munición con el que se dispara y responsabilidad.
Dado que no es el Ayuntamiento el organizador de este evento tradicional, han sido cada una de las seis entidades que lo promueven - Casino 17 de Gener, Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio Salesiano, Club Nàutic Ciutadella, Asociación de Jubilados, Cercle Artístic y Bar S'Oficina- las que han tenido que presentar individualmente la solicitud para matar es bujot.
El Ayuntamiento facilitó los impresos que cada entidad completó y, posteriormente, volvieron a remitirse todas las solicitudes a la Guardia Civil que ahora debe elaborar el informe vinculante para el director insular de la AGE.
Joana Gomila: «Siempre lo habíamos hecho igual»
«Siempre lo habíamos hecho igual», explica la alcaldesa, Joana Gomila, «pero en esta ocasión nos han pedido que lo hagan las entidades como organizadoras y nosotros hemos actuado como transmisores». Gomila espera que la autorización del director insular llegue a tiempo a pesar de los días festivos que aguardan hasta el domingo, «yo creo que no se prohibirá pero es algo que no depende de nosotros». La alcaldesa afirma que se trata de una tradición «que se debe conocer para entenderla como sucede con las fiestas en cualquier otro lugar», señala.