Nadie dijo que sería inmediato. Los restauradores del centro de Ciutadella deberán esperar, al menos, un mes y medio para poder reabrir los patios interiores, siempre y cuando no se presenten nuevas demoras.
Primero se tienen que publicar en el BOIB los cambios normativos aprobados por el pleno del pasado jueves, que permiten y regulan las terrazas interiores. Para ello, la secretaria debe enviarlo a la Delegación del Gobierno, que tiene un plazo de 15 días para comunicar su conformidad y que se publique en el BOIB. Se estima que puede ser una realidad en dos o tres semanas. Después de su publicación hay que esperar un plazo de 15 días para que la ordenanza entre en vigor.
Mientras tanto, los restauradores (que deberán contratar a un ingeniero) tendrán que redactar y entregar al Ayuntamiento el proyecto de ampliación de la licencia de actividad, incorporando los patios, con todas las medidas previstas tanto en el Código Técnico de Edificación (normativa estatal) como en la ordenanza municipal.
A partir de aquí se abren dos caminos diferenciados. Uno para los establecimientos que no están situados en edificios no protegidos (apenas uno o dos) con las que presentando una declaración responsable podrán abrir de inmediato. En cambio, para los bares y restaurantes en edificios protegidos (la inmensa mayoría) será necesario el permiso de instalación con un doble informe favorable tanto de los servicios jurídicos como del ingeniero municipal. Una vez logrado el visto bueno de los técnicos municipales, se abre un plazo de diez días hábiles (es decir dos semanas más) de exposición pública y posteriormente el restaurador deberá presentar una declaración responsable y podrán abrir las respectivas terrazas interiores.