El Protectorado de Fundaciones del Govern no autoriza el alquiler de la finca Mongofra Nou, sede de la Fundació Rubió, a la sociedad Mongofre World Heritage, propiedad del empresario francés Dimitri Sturdza, en los términos en los que se firmó en junio de 2016. Sin embargo, la Conselleria de Cultura deja la puerta abierta a un nuevo contrato de alquiler si se subsanan las deficiencias que señala el informe externo encargado por la Administración, afirmaron este miércoles fuentes oficiales del Govern. A efectos prácticos, el contrato por el que Sturdza es el inquilino de la finca desde hace once meses queda denegado. El plazo para resolver la revisión del contrato por el Protectorado finalizaba mañana viernes pero la comunicación de la resolución a las partes implicadas -la familia del mecenas y el patronato de la fundación, del que es miembro Mercè Rubió-, se adelantó y se produjo este miércoles.
Parte de la familia del mecenas, la que viene realizando el uso de la finca, denunció la venta encubierta de Mongofra a través de un contrato de arrendamiento de 30 años prorrogable otros 30, que se firmó el año pasado sin la autorización previa del Protectorado de Fundaciones, órgano que depende de la Dirección General de Cultura. El contrato se rubricó el 11 de junio de 2016 y unos días después, el 14, se cursó ante el Govern la solicitud de autorización. Desde entonces se le ha reclamado a la Fundació numerosa documentación por parte del Protectorado para conocer la situación patrimonial y económica de la entidad. El Protectorado considera ahora que la situación económica de la fundación no justifica la operación de alquiler.