La temporada alta ya está a la vuelta de la esquina y las playas de la Isla comienzan a recibir las primeras aglomeraciones. Con el sector turístico calentando motores, los aparcamientos de algunas de las calas más conocidas -como Turqueta o Macarella- registran un 65 por ciento de ocupación en jornadas en que el sol aprieta.
Con este escenario de fondo, el Consell se prepara para un verano en el que el caos circulatorio seguramente volverá a los puntos calientes del litoral del sur. El punto de partida es claro: hay playas para todos. Así lo comentó este viernes el conseller insular de Movilidad, Miquel Preto, durante la presentación de las medidas de control a los accesos de las playas vírgenes de Ciutadella: «Un informe del Obsam del año pasado confirma que en los días de mayor ocupación el litoral de Menorca estaba a un 50 por ciento de su capacidad. Los datos atestiguan que hay playas de sobra para todos. Esto es como un cine o un teatro. Cuando un sitio está lleno no puede recibir a más gente».
Per lògic, en la meva opinió crec que 90.000 habitants són massa pocs per l'illa i si els teus familiars se'n van anar espantat no se que els hi passarà quan vagin a un Primark a Barcelona o a la Barceloneta. Perquè Macaralleta es una platja verge tot el contrari que la Barceloneta que té rascacels darrere i a Menorca no n'hi ha ni un. Per tant, jo crec que no esta bé que fagi aquesta restricció.