El Consell cerró el año 2016 con un balance de 398 contratos menores a los que destinó más de 2,6 millones de euros, una cuantía un 31,69 por ciento superior a la registrada en 2015, cuando las 305 contrataciones menores supusieron un desembolso de 1,99 millones de euros. Son datos de la sección de Transparencia del Consell, actualizados el pasado viernes, que permiten conocer al detalle las contrataciones que el máximo ente insular realiza sin necesidad de abrirlas a concurso público por ser de cuantías inferiores a 18.000 euros, en el caso de contratos de suministros y servicios, y a los 50.000, en el de las obras.
Una parte de ese incremento registrado tiene que ver con los importes fuera de contrato que se pagan mientras no se resuelven las nuevas licitaciones, que en 2016 supusieron un desembolso de 137.000 euros, mientras que en 2015 fue de 35.240 euros. Restando esos importes de ambos años, el incremento interanual se queda en algo más del 27 por ciento, según destacan desde la Conselleria de Servicios Generales, Participación Ciudadana y Vivienda, encargada de la laboriosa tarea de poner al día los indicadores de transparencia de la institución.
En cualquier caso ha existido un importante incremento en el primer año completo de mandato del actual equipo de gobierno. Un aumento que es mucho mayor, roza el 60 por ciento, si se compara con el último año completo del anterior gobierno, cuando, siempre según los datos publicados, se firmaron 236 contratos menores por un importe de algo más de 1,65 millones. Cabe matizar, no obstante, que en 2015 y 2016 el recuento es más exhaustivo que en años anteriores, ya que incluye los contratos inferiores a 3.000 euros.
La consellera Cristina Gómez defiende, por un lado, que como principio general desde el equipo de gobierno se hacen públicas este tipo de contrataciones para abrirlas a distintas propuestas a pesar de no tener necesidad, aunque, también aclara, hay excepciones «que se justifican» por la experiencia acreditada de una empresa, por su especialización o por la escasez de competencia. Gómez también explicó que interpretan ese incremento de las contrataciones, sobre todo respecto al pasado mandato, a «un aumento de la actividad en los distintos departamentos».
Pone como ejemplo el departamento de Cultura, que en 2014 firmó 45 contratos por valor de 263.000 euros y que en 2016 ha rubricado un total de 75 contrataciones menores por un montante de 439.000 euros, aunque el año pasado no fue el departamento que más gastó en contrataciones sin concurso, ni el que firmó un mayor número de contratos.
Presidencia
Un análisis por departamentos del 2016 (siempre teniendo en cuenta que fue un ejercicio con cambios organizativos en el equipo de gobierno por la renuncia de Santiago Florit y Maria Sellarès) muestra, no obstante, al departamento de Presidencia como el que realizó un mayor desembolso, cerca de medio millón de euros en un total de 43 contratos. Hay que tener en cuenta que el área que controla Maite Salord asumió las contrataciones por obras en la red viaria insular.
El departamento más contratador fue el de Ocupación, Proyección Económica, Juventud y Deportes, con un total de 79 contratos menores, cuyos importes de adjudicación sumaron cerca de 457.000 euros. El Consell ya ha publicado los datos de contratación menor del primer trimestre de 2017 y lleva gastados en ese tiempo 357.500 euros en 49 contratos.
Cristina Gómez
consellera de Servicios Generales, Cristina Gómez, explica que uno de sus objetivos es analizar toda la información sobre contrataciones menores para, como ya están haciendo en otras administraciones, poder «intuir tendencias». Una de las posibles aplicaciones de ese análisis de los datos es, explica, detectar casos aparecidos en otras regiones, como el de empresas, sobre todo de multiservicios, «que han sido hábiles para introducirse en diferentes áreas». Por el momento ya ha encargado a Silme que estudie la posibilidad de usar el programa Numeroteca.org.