La asociación de padres del Conservatorio ha remitido una carta al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Maó en la que cuestiona por varias razones el proyecto de construir la nueva sede del centro en la Sala Augusta, presentado hace unas semanas.
Una parte importante de las reticencias de los padres viene del auditorio soterrado. «Nadie quiere que los alumnos tengan que ir a clase bajo tierra», expone la carta. La Apima se pronuncia a favor de un espacio con luz y aire natural, que conlleve menos gasto energético. Además plantea dudas sobre la seguridad del emplazamiento del auditorio, por las dificultades que conllevaría actuar en caso de accidente en un espacio con 400 personas en una planta a nivel -2.
Las necesidades mínimas de superficie útil en aulas servicios y espacios comunes establecidas por los docentes son de 1733m2 las establecidas por el ibisec en el año 2010 tambien coinciden. Con el nuevo proyecto incluyendo 1 planta sótano no llegan a 1270m2. falta casi 500m2 útiles y no hay valoración de costes ni de la primera fase ni de la segunda. solo se ha dibujado un auditorio que no es viable para decir que cabe todo. No a malgastar dinero de todos en soluciones que solo satisfacen a unos pocos y por motivos políticos no técnicos.