Las obras para las nuevas instalaciones de tratamiento y reciclaje de residuos en Milà no podrán comenzar hasta que la concesionaria de la gestión (la UTE Ferrovial Servicios y Adalmo) no presente un informe sobre el estado del suelo, por si fuera necesaria su descontaminación, y se cuente además con aprobación del proyecto de sellado de la celda correspondiente al vertedero de Milà II. Estas son dos condiciones fundamentales recogidas en el informe técnico que el jueves día 29 debatirá el pleno de la Comisión Balear de Medio Ambiente (CBMA), en el que previsiblemente se aprobará la modificación de la autorización ambiental para permitir la ejecución de la mejora de la planta, que persigue reciclar el máximo volumen de residuos y trasladar lo mínimo al vertedero.
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