Para el centro de salud de Dalt Sant Joan el edificio inaugurado en 1991 es como un traje que aprieta por todas sus costuras: no hay tela que sacar, no tiene posibilidades de crecer en las parcelas colindantes y el único terreno municipal disponible cerca de la ubicación actual está enfrente, cruzando la calle.
Se han realizado reformas, la última en abril de este año con el uso de la antigua sala de radiología para ampliar la zona de atención pediátrica, y queda pendiente una segunda fase para transformar las habitaciones que quedaron libres con dicha reorganización en una sala amplia de enfermería.
No hay ningún otro proyecto a la vista. Han existido conversaciones entre las autoridades sanitarias y las municipales sobre si podrían trasladarse servicios a un futuro edificio que se construiría en la parcela pública frente al edificio actual, pero de momento no han cristalizado. Desde el área de Urbanismo de Maó, Dolores Antonio asegura que el Consistorio está «dispuesto a ceder o a hablar» sobre este terreno, pero al mismo tiempo afirma que «no ha habido ninguna petición del IB-Salut» al respecto.
Desde el Área de Salud de Menorca no consideran la necesidad de espacio en Dalt Sant Joan como una cuestión «de emergencia» así que, a la espera de encontrar una solución a la falta de terrenos municipales para construir un nuevo centro de atención primaria, las cosas están paradas.
Los arreglos y remodelaciones interiores sirven para compensar un diseño que ha sido desafortunado para la función sanitaria, con el consabido problema de las escaleras de caracol como acceso a las plantas superiores o las poco prácticas cristaleras de enormes dimensiones.
En 2007, aprovechando la inauguración del Hospital Mateu Orfila, que dejaba libre el 'Verge del Toro' y su anexo, este último se reconvirtió en el segundo centro de salud de Maó y sirvió para descongestionar Dalt Sant Joan. El director actual de Atención Primaria, el doctor Josep Maria Coll, admite que existía la idea inicial de construir un nuevo centro de salud pero «se frenó al no existir la disponibilidad de terreno» para un edificio de nueva planta.
A la falta de espacio se sumaron los años de crisis económica que imposibilitaron inversiones. Ahora el plan de infraestructuras de la Conselleria balear de Salud sí contempla actuaciones tanto en Dalt Sant Joan en Maó como en Es Banyer en Alaior pero las vincula a que los ayuntamientos formalicen cesiones de terrenos para equipamientos sanitarios. A medida que estas cesiones se produzcan, se irán desarrollando los proyectos.