Govern, Consell y Ayuntamiento de Maó han cerrado este lunes por la tarde un protocolo de intenciones para el futuro del Verge del Toro. El vetusto edificio albergará una serie de servicios sociosanitarios, tales como un hospital y un centro de día, el Banc de Sang, un espacio de docencia, las oficinas centrales de Sanidad, además de acoger entre 40 y 60 camas de convalecencia, un servicio que hasta el momento no cuenta con infraestructura.
Los detalles han sido anunciados por la presidenta del Govern, Francina Armengol, acompañada por los consellers Biel Barceló, Patricia Gómez y Fina Santiago, junto con la alcaldesa de Maó, Conxa Juanola y la presidenta del Consell Maite Salord.
Por su parte, la residencia para plazas de dependencia no ocupará el Verge del Toro sino que se ubicará en una parte de antiguo cuartel de Santiago, puesto que "tantos servicios no caben en el Verge del Toro", ha asegurado la alcaldesa, Conxa Juanola.
La primera actuación será la consolidación de la fachada y estructura del viejo hospital con un presupuesto que ronda los 2,5 millones de euros. La previsión del Govern es que estas obras comiencen a principios de 2019.