El Partido Popular insiste en que no va a entrar en el equipo de gobierno de Es Migjorn y que está dispuesto a llegar a acuerdos puntuales con el alcalde Pere Moll para lograr la estabilidad del Ayuntamiento, tras la crisis del PSOE en el municipio. Y esta estabilidad ahora misma pasa por los presupuestos del año que viene.
El PP ya ha puesto precio a su voto favorable en las cuentas que deben regir las arcas municipales de 2018. Se trata de una serie de propuestas que va a presentar al alcalde Pere Moll, en el primer encuentro que mantendrán ambas partes la tarde del próximo lunes, después de confirmarse que el alcalde va a quedar en minoría. Entre las diversas exigencias que se van a poner sobre la mesa destacan dos: una bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y una mayor control en la contratación pública.
Son las más importantes, pero no las únicas. El resto de exigencias se darán a conocer el lunes, una vez se celebre el encuentro. Los populares recuerdan que son propuestas que llevaban en su programa electoral y que en el caso de la mayor fiscalización de los contratos, lo que reclaman es que en las mesas de contrataciones haya representantes del PP, tras las dudas que siempre ha manifestado el PP con la opacidad en la contratación de obras y servicios del equipo de gobierno de Es Migjorn.