El pleno del Consell aprobará este lunes una partida presupuestaria de 119.869 euros para hacer frente a la reparación de los dos molinos del parque de Milà que llevan parados desde hace varios meses por sendas averías. En paralelo, el Consorcio de Residuos y Energía de Menorca ha iniciado ya los trámites para el inicio del concurso público para encargar los trabajos, con la publicación el sábado en el Butlletí Oficial de les Illes Balears del pliego de condiciones.
Pero además del coste de la reparación, que no está incluida en el contrato de mantenimiento con la empresa Gamesa Eólicas SLU, las dos averías han conllevado para el balance de cuentas del Consorcio unas pérdidas que superarán, una vez resuelta la incidencia, los 130.000 euros. En el documento de justificación de la habilitación presupuestaria, se indica que un informe realizado en marzo de 2017 calculaba que el lucro cesante por la inactividad de los molinos se cifra en 168 euros por día y aparato, lo que supone 5.100 euros al mes.
Desde noviembre
El primer molino que se averió lo hizo en noviembre de 2016, por lo que lleva en estos momentos casi once meses parado. El segundo se estropeó a inicios de marzo, casi seis meses parado. A este espacio de tiempo cabe sumar, como mínimo dos meses más para cumplimentar los trámites burocráticos exigidos en el proceso (ahora existe un plazo de diez días para alegar a los pliegos de condiciones y luego se abre un periodo de 26 jornadas para poder presentar las ofertas), y otros dos meses para la ejecución de los trabajos, periodo de tiempo que se establece en los pliegos que se someten a exposición pública. Así las cosas, un molino habrá mantenido sus aspas detenidas prácticamente quince meses y el otro, once. A pesar de este espacio de tiempo, en su exposición de motivos para autorizar la partida presupuestaria, el Consell establece en el dictamen de la medida que el lucro cesante acumulado es «razón suficientemente importante como para motivar una tramitación urgente del contrato». Y añade, «el gasto se considera inaplazable para evitar la falta de ingresos que en gran medida se destinan a la financiación del propio parque».
La cifra de 130.000 euros es significativa en cuanto que, según la memoria de actividad de 2015, la facturación total del parque de Milà en aquel ejercicio fue de 437.024 euros. La cifra varía de un año a otro en función, por ejemplo, del viento registrado y de las propias averías. Cabe indicar que en este espacio de tiempo a medio gas, también se produjo durante unos días la avería de un tercer molino.
El documento explica que las averías requieren la sustitución de los componentes estropeados con un operativo logístico de una gran envergadura. En el informe realizado en marzo de 2017, tras la segunda incidencia, se relata que «se trata de un tipo de avería poco frecuente y difícil de prever, ya que suele estar asociada a fenómenos imprevisibles con impactos directos de relámpagos o sobretensiones en la red de alta tensión, ya sea por inducciones magnéticas por fenómenos atmosféricos o por cortocircuitos aguas arriba que no hayan estado convenientemente derivados de las protecciones eléctricas del centro de maniobras y medidas».