El ozono troposférico está considerado como uno de los elementos contaminantes con mayor influencia en la calidad del aire que respira el ser humano. Y su huella en la Isla se ha incrementado de forma considerable durante los últimos tiempos. Así lo confirman los registros aportados por la red de estaciones de vigilancia dependientes del Govern. Solo en el equipamiento de Pous (Maó) se ha rebasado el límite fijado para la protección de la salud –de 120 microgramos por metro cúbico– en 111 días durante los primeros siete meses del año. Las últimas estadísticas publicadas por la conselleria de Territorio, Energía y Movilidad alcanzan hasta el mes de julio y dejan entrever que los patrones son uniformes y tienen una clara continuidad temporal. No es una cuestión o aislada.
La contaminación por ozono está relacionada con muchas causas. Las tres fuentes principales son la polución generada en el exterior –en la cuenca mediterránea en el caso insular–, la de tipo industrial –con la central térmica de Maó como claro ejemplo– y el aumento de la circulación de vehículos en la red vial.
El aumento de la presencia de ozono en el aire de Balears ha sido denunciado de forma reiterada por las entidades naturalistas. Uno de los agentes más persistentes ha sido Ecologistas en Acción. La agrupación argumenta en un reciente informe titulado «La contaminación por ozono en el estado español durante 2017» que «en los últimos años, la práctica totalidad de la población española y europea viene respirando aire contaminado» y destina un apartado específico del trabajo al caso de Balears. De hecho, en el documento ponen de manifiesto la evolución de este contaminante y apuntan que durante 2017 se ha empeorado «muy sustancialmente la situación de años anteriores. En todas las islas la mayor parte de las estaciones de medición han registrado elevadas superaciones del valor octohorario que recomienda la OMS para este contaminante». Por otra parte, identifican a un punto de la Isla entre los que están peor situación: «Los peores registros se han dado en las estaciones Can Llompart, Alcúdia, Sa Pobla y Parc Bit en Mallorca, y Pous en Menorca». Por último, desde la agrupación también lanzan un aviso al Ejecutivo autonómico: «Hasta la fecha, el Govern de les Illes Balears no ha aprobado ningún plan de mejora de la calidad del aire referido a las superaciones de los valores objetivo de ozono, acumulando una década de incumplimiento de la legislación ambiental».
«Estamos vigilantes»
Joan Groizard es el director general de Energía y Cambio Climático del Govern. Atendió a «Es Diari» y confirmó que «de todos los contaminantes del aire que estamos estudiando el ozono es quizás el que más problemas está dando, el que más nos preocupa. Estamos vigilantes». Consultado sobre las principales causas, el portavoz autonómico expuso que «es una polución que también se genera a distancia y que puede tener un nivel de base alto en territorios naturales, ya que las plantas generan ozono. Creo que estos dos factores son clave, pero tampoco podemos olvidarnos del humo que generan los coches».
Por último, Groizard destacó la puesta en marcha de iniciativas como el cambio del combustible de la central térmica de Maó –actualmente usa fuel y se apuesta por el gas natural– o la incentivación de la compra de coches eléctricos como el camino a seguir para solucionar el problema.