Belarmino Menéndez Alvarez (Cangas del Narcea, Asturias, 1929) ha fallecido en Ciutadella, según han informado fuentes familiares.
Combinó su actividad profesional como minero en las minas de hulla de Villablino (León), donde trabajó como maquinista de locomotoras eléctricas desde 1948 a 1963, con una intensa labor sindical y de representación de los trabajadores.
De firmes convicciones democráticas y vocación sindicalista, tuvo un papel activo durante el franquismo, desde la clandestinidad, en la defensa de los derechos laborales, Participó, como mediador, en las negociaciones para resolver la huelga, convocada en 1960, en la Minero-Siderúrgica de Ponferrada. Consiguió el acuerdo, pero una segunda huelga, tres años después, afirmó públicamente -al ser organizada una segunda huelga- que "era indigno" regresar a los puestos de trabajo en las condiciones que exigía la empresa, lo que motivó sentencias condenatorias de destierro para Nicolás Redondo y Belarmino Menéndez, obligados a residir a 600 kilómetros de distancia de León. Belarmino marchó a residir a Barcelona y Redondo a Las Hurdes.
En 1971 fijó su residencia en Menorca y abrió un taller de electricidad del automóvil en la calle San Manuel de Maó.
Desde 1978 a 1984 ejerció la actividad sindical en la Isla como secretario general de UGT-Menorca.
Antes de las primeras elecciones generales, celebradas el 15-J de 1977, se afilió al PSOE.
Formó parte de la candidatura del PSOE al Consell insular en las elecciones de 1979. Aquellos comicios significaron la creación de la institución menorquina y la formación de la primera corporación insular, presidida por Francisco Tutzó (UCD), que asignó responsabilidades de gestión a todos los consellers. Asumió la coordinación de la Residencia de Ancianos.
En 1980, cuando Francesc Triay Llopis -que había encabezado la candidatura socialista al Consell- es elegido diputado del Congreso, Menéndez lo releva en la Comisión de Gobierno del Consell insular y también en el Consell General Interinsular.
En 1982 fue elegido vocal del comité federal del PSOE pero tras la victoria de octubre de 1982, cuando el PSOE de Felipe González obtuvo 202 diputados y el gobierno de España, denunció la "incorporación de personas que, sin ningún reparo, se subían al carro del PSOE, al que veían como caballo ganador, para tener el carné y conseguir un puesto". Advirtió a Felipe González que "aquello provocaría la desnaturalización ideológica del Partido Socialista".
En marzo de 1983, en claro desacuerdo con Borja Carreras-Moysi y los nuevos dirigentes socialistas insulares, dimite como secretario de Organización del PSOE-Menorca porque "no estaba de acuerdo con los métodos de las personas que se iban apoderando de las estructuras de dirección del partido, imponiendo sus criterios; iban descaradamente a ocupar el poder".
En septiembre de 1983 formalizó su baja como militante socialista y abril de 1984 renunció a la secretaría general de UGT-Menorca.
En las elecciones municipales y autonómicas de 1995 ocupó el segundo puesto en la candidatura de Esquerra de Menorca-Esquerra Unida al Consell insular.