El conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, ha expresado hoy su «máxima preocupación» por la decisión del Gobierno central de no reparar y dejar fuera de servicio el enlace submarino de interconexión eléctrica entre Mallorca y Menorca, por lo que Menorca se queda aislada energéticamente.
En los pasillos del Parlament, Pons ha criticado que esta decisión «consumada» no ha sido comunicada al Govern balear por parte del Ministerio de Energía y Turismo, sino que ha sido la empresa Red Eléctrica la que ha trasladado al ejecutivo de las islas esta decisión de clausurar este cable que supera los 40 años de antigüedad.
El Govern ha exigido de manera inmediata una explicación al ministerio que dirige Álvaro Nadal y el 8 de enero se celebrará una reunión en la sede ministerial en Madrid.
El ejecutivo balear quiere una «respuesta lo más rápido posible», ha dicho el conseller, que ha rechazado que Menorca se quede aislada desde el punto de vista energético.
El suministro está «garantizado» en Menorca, aunque «únicamente» a través de la central fuel oil de Mahón. Sin embargo, puede ocurrir cualquier suceso o fallo en esta central, que tendrá que incrementar su actual producción, ha explicado Pons.
El conseller ha vuelto ha reivindicar la necesidad de avanzar en el incremento de las energías renovables en Balears.
Con el cierre del referido cable Mallorca-Menorca queda aislada hasta que se ponga en marcha un segundo cable, cuyo proyecto aún se está tramitando y para el que ni hay fecha de inicio de obras, ni de puesta en funcionamiento.