El Ministerio de Fomento está analizando el sistema descuentos para los desplazamientos de los residentes «para su mejora continua, su mayor eficiencia y lucha contra el fraude», aunque tiene claro que estas bonificaciones «no están en cuestión» al considerarlas «uno de los principales instrumentos para garantizar la cohesión territorial». De ese modo respondió a la Asociación de Compañías Españolas de Transporte Aéreo, que le ha hecho llegar diversas quejas sobre el funcionamiento del sistema.
La asociación que agrupa a las principales compañías nacionales (entre ellas Vueling, Air Nostrum, y Air Europa) le reclama más agilidad en la liquidación de las cantidades que se descuentan (que son avanzadas por las aerolíneas), así como una simplificación del sistema, pero también reclama un mayor control para aquellos ciudadanos que en la práctica ya no residen en las Islas, pero que siguen beneficiándose del descuento aéreo.
No obstante, desde la patronal defendieron ayer que los cambios que demandan en el sistema «no afectan a los viajeros», sino que se centran en «mejorarlo, hacerlo menos complejo, dotarlo de más agilidad y evitar posibles agravios económicos a las compañías aéreas derivados de la complejidad de su aplicación». Las aerolíneas defienden la continuidad de las ayudas para los residentes y consideran que el actual sistema de descuento «beneficia no solo a pasajeros, sino también al propio sector ya que favorece el tránsito aéreo».
Apoyo del Govern
El director general de Puertos y Aeropuertos del Govern, Xavier Ramis, entendió ayer que el aumento del descuento de residente al 75 por ciento en los trayectos interislas ha hecho que «se agudice el malestar» de las aerolíneas, puesto que reciben solo el 25 por ciento del pasajero y para cobrar el resto dependen del Estado. Ramis alertó de que si la liquidación estatal se eterniza, «les genera un problema de liquidez y puede conllevar un encarecimiento de los precios».