En torno a cinco horas. Fue el tiempo que varias naves del polígono industrial de Maó estuvieron ayer por la mañana a oscuras, sin electricidad y con la maquinaria parada. Los empresarios hicieron uso de su astucia para evitar perder una jornada de trabajo y tener a sus empleados de manos cruzadas.
Endesa avisó el martes a empresas ubicadas en las calles Bajolí y Artrutx de que el viernes se iba a producir un corte de luz (descargo) para poder realizar maniobras eléctricas entre las 8.30 y las 13.30 horas, es decir, toda la mañana, lo que generó un gran enfado entre los afectados. Fueron al menos cuatro naves.
Los empresarios consultados consideran incomprensible que programen un corte de luz de toda una mañana de día laborable en una zona industrial y no busquen alternativas que minimicen el efecto de este apagón.
Endesa
undesa indica que un corte de luz necesita autorización de Industria especificando los trabajos y el proceso. No es algo improvisado, de ahí que si se programó durante esas horas es porque no era factible en otras. Salen así al paso de las críticas que han vertido las empresas afectadas por un apagón que consideran mal programado, teniendo en cuenta la zona, el tipo de actividad y el número de horas.