El grupo inmobiliario Bonnin Sanso ha destacado este miércoles la recuperación del sector en Menorca, después de haber intermediado en más de 600 operaciones de compra o venta y alquiler a lo largo de 2017.
La inmobiliaria ha subrayado también el aumento del interés por la adquisición de solares, una demanda que había quedado prácticamente desaparecida en estos últimos años de crisis y que el año pasado, representó cerca del 10 por ciento de las operaciones firmadas.
«Todos estos indicadores hacen que los niveles de intermediación de 2017 se hayan situado en cifras similares a las que se vivieron entre los años 2003 a 2006, tres años en los que se superaron todas las previsiones del momento» ha explicado el gerente de la empresa, Xisco Pons.
Respecto al comportamiento del sector inmobiliario a partir del perfil de los clientes atendidos, más de la mitad de las operaciones intermediadas por el grupo Bonnin Sanso se produjo con compradores nacionales mientras que el resto se repartió entre compradores internacionales.
La empresa ha destacado el volumen de operaciones del mercado británico, cuyo importe medio en las compraventas se situó cercano a los 300.000 euros y en segundo lugar, el mercado francés, cuyo importe medio de operaciones realizadas superaron ampliamente los 700.000 euros.
«Hace dos años que el cliente francés se ha convertido en uno de los habituales en operaciones de compraventa especialmente de grandes fincas e inmuebles relevantes en general, demostrando un alto poder adquisitivo y una apreciable implicación con la isla», ha detallado Pons.
El gerente ha asegurado que, aunque el grueso de operaciones intermediadas por Bonnin Sanso se situaron en unas cifras cercanas a los 300.000 euros, en 2017 crecieron aquellas que superaron el millón de euros.
«Mientras que en 2016 nos acercamos al 7 por ciento del total firmado, el año pasado se superó el 10 por ciento de operaciones de más de un millón de euros, cuatro puntos por encima», ha recalcado.
Asimismo, ha hecho hincapié en que una de las notas negativas de 2017 fue la escasez de viviendas en alquiler, un problema que se venía arrastrando del año 2016 con una demanda cinco veces superior a la oferta.
«Se trata de una situación que hacía tiempo no se vivía de manera tan acentuada durante prácticamente todos los meses del año, y que ha provocado que los precios hayan subido entre un 10 y un 15 por ciento», ha explicado Pons.
«Estamos entrando en un mercado cautivo donde no resulta nada fácil poder encontrar una vivienda de alquiler, lo que repercute en una subida acentuada de las rentas de alquiler así como en el atractivo para cualquier inversor que desee rentabilizar su ahorro y, hasta seguramente, revalorizarlo», ha concluido.