Las rocas que rodean el estanque temporal de la Bassa Verda recuperan su esplendor. Tres menorquines decidieron desplazarse hasta el lugar para limpiar los dos grafitis que desde principios de febrero cubrían parte de las rocas y que creaban un impacto estético negativo.
Los voluntarios tomaron la decisión después de conocer por los medios el acto incívico que había sufrido este espacio natural. Y cargados con el material necesario para limpiar las rocas se desplazaron el sábado hasta el estanque.
Cabe recordar que se trataba de una rana azul y unas letras en negro que aparecieron a principios de febrero.