El Consell se personará como acusación particular en la causa contra los autores del "atentado que ha sufrido Sa Naveta des Tudons", en palabras del director insular de Patrimonio, Antoni Ferrer, al referirse a las pintadas realizadas en el monumento talayótico más visitado de Menorca y que afectan a 81 piedras de las que conforman su estructura milenaria. La denuncia seguirá la vía penal no solo la administrativa, ha anunciado este martes el conseller menorquín de Cultura, Miquel Àngel Maria, quien ha comparecido ante la prensa para explicar los pormenores de este ataque al patrimonio histórico que está siendo investigado por la Policía Nacional con el apoyo de la Policía Local de Ciutadella.
Maria ha estado acompañado por el director insular de Cultura y Patrimonio, Antoni Ferrer; la jefa del Servicio de Patrimonio del Consell, Cristina Rita; y las técnicas de Patrimonio y de la Fundació Foment del Turisme, Joana Gual y Carmen Lara respectivamente, lo que da una idea de la trascendencia de estos hechos para el gobierno insular, que ya ha comunicado lo sucedido al Ministerio de Cultura para que éste, a su vez, transmita a la UNESCO toda la información sobre el suceso, ya que Sa Naveta es uno de los monumentos emblemáticos de la candidatura Menorca Talayótica.
Reparación
La Conselleria de Cultura tiene ya una primera estimación del coste de la restauración del monumento, que podrá oscilar entre los 20.000 y los 40.000 euros, aunque aún no se sabe qué medios se utilizarán, si físicos o químicos; eso es algo que determinará el informe técnico que "con toda seguridad estará hecho esta semana", ha declarado el conseller Maria. No será una tarea fácil porque los grafitis están repartidos por Sa Naveta, en toda su altura, por lo que será necesario contar con una plataforma elevadora, ha explicado Antoni Ferrer. Además, el cierre a las visitas ordenado a raíz de este acto vandálico supondrá una pérdida de una media de 300 euros diarios durante el tiempo de su clausura para ser restaurada, que todavía está por determinar. El cálculo se obtiene del dato estadístico de las visitas de marzo del año pasado, 4.500, que a razón de una media de 2 euros por visitante arroja la cifra de 9.000 euros en un solo mes. Un dinero, el de la restauración y las pérdidas por el cierre, que se sumará a las posibles sanciones a las que se enfrenten los autores de los grafitis.