La moda vandálica de hacer pintadas en el entorno natural y en monumentos históricos parece que no tiene fin. Ahora le ha tocado el turno a Sa Mesquida, donde se han detectado al menos grafitis en tres rocas, situadas cerca de la playa, al lado de la torre de defensa.
Se las encontró la semana pasada un vecino del núcleo costero de Maó cuando paseaba por la zona. El miércoles las volvió a ver y decidió colgar la imagen en su muro de Facebook, para denunciar los hechos y en la medida de lo posible lograr pistas para hallar a el autor o los autores de las pintadas.
En los últimos meses diferentes puntos de semanas han aparecido con pintadas. La primera voz de alarma se dio en la Bassa Verda de Ciutadella, después en Punta Nati, en los acantilados de N'Abella (entre Canutells y Binidalí, en Maó), en el Camí de Cavalls y las más preocupantes en la Naveta des Tudons, cuya restauración va a costar al Consell 27.000 euros.