El mal olor del Riu de Cala Galdana impregna desde hace días la urbanización, lo que ha motivado las quejas de los usuarios del pequeño puerto y de algunos establecimientos de restauración de la zona.
No se trata de una situación nueva, ya que se repite año tras año. «Se tiñe de aguas grises de forma periódica cada año, produciendo malos olores y una estampa lamentable», se queja un propietario de una de las embarcaciones amarradas en el torrente de Cala Galdana.