El servicio de vigilancia y socorrismo de las playas de Maó, Es Grau y Sa Mesquida, se inició ayer asumido por el propio consistorio con la compra de material y la contratación directa de seis socorristas que trabajarán de 10 a 20 horas, a diario, dos efectivos en cada playa alternándose en ambas.
Después de cuatro años de adjudicación a la empresa Marsave, el Ayuntamiento ha optado por hacerse cargo del servicio para no verse obligado a prorrogar un año más a la empresa mallorquina. La concejal del ramo, Isabel López, siempre mostró su desacuerdo con la labor desarrollada por Marsave que, sin embargo, es la empresa que presta el servicio en todas las playas de la Isla salvo en el de Ferreries, que cubre Cruz Roja.
La compra del material necesario, como vestimenta para los socorristas, dos kayaks y utensilios propios para la atención a los bañistas y el salvamento, hará que este año el coste del servicio sea prácticamente el mismo que cuando este era externalizado, en torno a los 80.000 euros. «Nos ahorramos el IVA aunque pagamos la Seguridad Social, y el próximo año sí será menor porque el material ya no deberemos comprarlo», explica Isabel López.