Ni junio ha acabado, ni va a ser la presidenta del Consell quien dé a conocer el futuro de las que se llamaron rotondas y ahora son puentes en los enlaces de Rafal Rubí y L'Argentina. La interpelación del PP ayer tarde en el pleno en torno al aprovechamiento de las dos estructuras a medio construir o su derribo era clara, de sí o no, pero Susana Mora, aun reconociendo que ha llegado el plazo anunciado por ella misma, se escabulló de una respuesta, que además delegará en el conseller del área Miquel Preto cuando sea el momento.
Dejó para buenos entendedores alguna pista, en consonancia con la campaña reciente en torno a las navetas de Rafal Rubí. «Trabajamos nuestro modelo en el tramo Ferreries-Ciutadella, que es absolutamente seguro, y queremos completarlo en toda la carretera». No fulminó del todo la incógnita, no obstante, «el de la rotonda a doble nivel no es nuestro modelo, salvo que esté justificado por entradas a polígonos industriales o intersecciones», dijo.
En su particular rotonda retórica para evadir la respuesta directa y contraponer el argumento de la seguridad que el PP esgrime en defensa de su proyecto, afirmó que la seguridad «ha sido la prioridad de todos los equipos que han gestionado la carretera».