El Consell aprobará en el Pleno de este mes una propuesta de acuerdo del conseller de Cultura, Miquel Àngel Maria, para demoler el puente del cruce de Rafal Rubí y construir en su lugar una rotonda en superficie. El cómo se lleva a cabo la operación se lo encarga a la Conselleria de Movilidad de Miquel Preto, departamento que «en un plazo no superior a un mes» ha de tener listos los estudios técnicos para asegurar la viabilidad y costes de la solución.
Las dos consellerias están en manos de Més per Menorca, pero la decisión cuenta con el respaldo de la presidenta socialista, Susana Mora, «es una cuestión que pivota sobre Cultura al oponerse el aspecto patrimonial pero es una decisión de mi equipo de gobierno», declara. Descarta fisuras entre los tres partidos que forman parte del equipo, «la voluntad política la tenemos desde que firmamos el pacto y el PSOE lo ha tenido siempre claro», sentencia.
Sobre el debate que se abre ahora respecto a los problemas de fluidez y seguridad que pueda causar una rotonda en medio de una carretera general, advierte que hay precedentes en carreteras de Mallorca. «Somos contrarios al doble nivel, por eso apostamos por una solución que se integre en el paisaje y sea técnica y jurídicamente viable», explica. Ese es el obstáculo que resta para ejecutar la demolición de los puentes de este y del enlace de L'Argentina.
De sus declaraciones se desprende que poner la piqueta en marcha solo está pendiente del «cómo y el cuándo», que se traduce en seguridad jurídica plena en la destrucción de obra realizada con dinero público. Esos informes se han pedido ahora, cuando hay una decisión firme.
Mora desmiente inacción sobre la carretera, «hemos actuado en el camino despejado, en el tramo Ferreries-Ciutadella con nuestro modelo y en la rotonda de Alaior, que tenía consenso social y político», añade.
Advierte que de demoliciones no ha dicho nada, aunque se ha trabajado en la motivación para fundamentarlas. Sobre L'Argentina, existe una objección de inundabilidad y sobre Rafal Rubí, la carta de las seis entidades que ha dado lugar al informe paisajístico, convertido en sostén del razonamiento del conseller Maria en la propuesta que firma.
El paisajista Rafael Mata, de la Universidad Autónoma de Madrid, no cuestiona la legalidad de los informes que en su día avalaron el puente de Rafal Rubí, aunque considera mejorable la evaluación ambiental. El suyo «realiza una caracterización detallada tanto desde el efecto visual como acústico del viaducto actual, que dan como resultado una valoración altamente negativa de su impacto», dice Maria.
Así, concluye que se ha de considerar la conveniencia de la eliminación del viaducto y plantear otras alternativas que no interfieran en el paisaje de las navetas, tampoco propone medidas correctoras para mantener el viaducto porque altera el carácter y atributos del paisaje abierto del entorno de las navetas.
Sobre ese razonamiento, el equipo de gobierno «avala, justifica y recomienda» la revisión del proyecto de la carretera Me-1 con una alternativa en superficie para el cruce.
Sabe que ha de tener respaldo jurídico y que la solución ha de responder además a tres interrogantes: por qué se replantea, cómo se garantiza el cumplimiento riguroso de la normativa aplicable y «cómo se justifica la demolición de una estrcutura iniciada que ya es un bien público».