Tras más de 30 años cerrada, la farmacia Llabrés volverá a abrir el año que viene sus puertas, si no hay ningún contratiempo. Lo hará con una función muy distinta de la originaria, ya que pasará a ser «el escaparate» de las actividades de la Fundació per a Persones amb Discapacitat de Menorca, que gestionará el local, tras la eterna reforma ejecutada por la Fundación Hesperia, cometida después de que el empresario Juan Ignacio Balada dejará en herencia sus bienes a la Casa Real.
Las obras tanto del edificio de la farmacia como el inmueble lindante (ambos de propiedad de Hesperia), ubicados en la calle de Josep Maria Quadrado de Ciutadella, han durado cerca de dos años. Finalizaron el pasado julio. Una vez la reforma está lista, el siguiente paso es proceder al montaje de los bienes catalogados, como el mobiliario de madera, los elementos decorativos, las vidrieras modernistas y las telas pintadas, que se desmontaron a mediados de 2014 por la Societat Histórico Artística Martí i Bella, para proceder a su restauración, y ahora están resguardados en una nave del polígono de Ciutadella, hasta que vuelvan a la farmacia.
Cabe destacar que las obras del edificio han sido sufragadas por la Fundación Hesperia, mientras que el coste de la restauración de los bienes materiales la ha pagado la Fundació Discapacitats con ayuda del Consell y La Caixa.
Para iniciar el montaje del material protegido es necesario el visto bueno del departamento de Patrimonio. La Fundació remitió a finales de julio el proyecto y ahora solo está a la espera de que el Consell lo autorice. El gerente de la entidad, Andreu Hernández confía que este mes o el próximo puedan ya iniciar el montaje, que está previsto que dure unos dos o tres meses.
Posteriormente, a partir de enero se podría iniciar el proyecto de reapertura de la farmacia. La idea de la Fundació es que «la farmacia sea un mostrador» de la entidad, donde se podrán encontrar el material de los Centros Especiales de Ocupación, encargados de dar trabajo a personas con discapacidad de Menorca. Se dedicará especial atención al proyecto Lligall Art Gràfic, un taller de impresión digital y encuadernación. También posiblemente estará presente el proyecto Ecoverd, dedicado a los viveros de plantas de Menorca y al mantenimiento de espacios naturales. Con todo, en el futuro céntrico local de la Fundació en Ses Voltes se podrá encontrar tanto material divulgativo, gráfico y editorial, así como semillas y plantas de Menorca, y servirá para seguir dando trabajo a personas con dificultades para acceder al mercado laboral.