La Conselleria de Medio Ambiente del Govern balear prohibirá a las administraciones (principalmente a los ayuntamientos) que rieguen los jardines públicos con agua de pozo. Es una de las nuevas medidas que se incorporarán en la revisión del Plan Hidrológico de Balears, dada a conocer este jueves por el conseller Vicenç Vidal y la directora general de Recursos Hídricos, Joana Garau.
Concretamente el Plan Hidrológico revisado establecerá la «obligatoriedad de usar aguas pluviales y/o regeneradas en jardines públicos», a la vez que apuesta por que en las zonas verdes públicas «se fomenten las especies autóctonas y las de bajo requerimiento hídrico».
Otra de las medidas que incluirá la revisión del Plan Hidrológico será la obligación de utilizar agua desalada en «los núcleos que no cumplan los requisitos mínimos sanitarios con acceso a la red». En el caso de Menorca, podría afectar a Maó (que durante varios periodos del año supera el nivel permitido de nitratos), aunque no se especifica cómo podría llegar el agua desalada hasta la red municipal.