La gran crispación que se vive en el seno del Ayuntamiento de Es Migjorn Gran vivió el pasado jueves un nuevo capítulo, cuando el alcalde del municipio, Pere Moll, echó de la comisión de Hacienda a su antigua compañera de partido y gobierno, la portavoz del Grupo Socialista, Ana Britt Sánchez, según su versión, por interrumpir reiteradamente cuando no tenía el turno de palabra y no desistir en sus «faltas de respeto y educación», aunque la concejal defiende que su expulsión respondió a que el alcalde «no quería oír la verdad».
El detonante de la desagradable situación fue en esta ocasión una pregunta del Grupo Popular sobre una factura impagada de alrededor de 8.000 euros por una compra de agua para el municipio que entre 2012 y 2013 se realizó desde el consistorio a un lloc cercano a la población. A la bancada socialista, que también terminó abandonando la comisión, no le gustó ser objeto de esa pregunta al entender que ese impago es fruto de una mala gestión personal del alcalde: «Nos engañaba, actuaba a nuestras espaldas», aseguró Sánchez.
Según la versión de Pere Moll, secundada por el portavoz del PP, Ramón Verdú, en ese punto la concejal interrumpió la intervención del popular «levantándose y gritando». Moll afirma que advirtió en dos ocasiones a la concejal de que la expulsaría si seguía con esa actitud y finalmente cumplió su advertencia. En ese momento, siempre según la versión de Moll y Verdú, la edil se levantó, dijo que ya había conseguido lo que quería y espetó «estic fins als collons plens».
Por su parte, la concejal aludida explicó que la pregunta que le dirigían sobre el impago de esa factura «se la tendrían que hacer al alcalde y no a nosotros». En ese sentido reiteró que no tenían conocimiento de esa «chapuza», en alusión a la compra de agua a un lloc que no estaba autorizado ?ya se venía produciendo en años anteriores? y cuyo pago no ha sido autorizado por Intervención.