El conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, ha responsabilizado este martes al anterior Gobierno del PP de la precariedad en el suministro eléctrico en Menorca, puesta de manifiesto por el reciente apagón de media isla, y le ha culpado del retraso en la reparación de la conexión con Mallorca.
«La responsabilidad la tiene exclusivamente el Gobierno de España», ha afirmado Pons en el pleno del Parlament en alusión a la reparación del cable, que comenzará la próxima semana y se demorará dos años, y a la ampliación del plan de contingencia para evitar episodios como el causado por el «cap de fibló» del 28 de octubre.
El conseller ha subrayado que en noviembre de 2016 tanto su departamento como los ayuntamientos y la Reserva de la Biosfera de Menorca reclamaron al Gobierno central, entonces dirigido por Mariano Rajoy, que ordenara la reparación de la conexión submarina averiada.
«Un año después», ha indicado Pons, el ejecutivo estatal ordenó a Red Eléctrica retirar el cable cortado por razones medioambientales sin comunicarlo al Govern balear y, pese a la reclamación, eludió poner en marcha el proyecto para tender un nuevo enlace eléctrico entre Mallorca y Menorca.
El titular de Energía ha señalado que ha sido el actual Gobierno socialista el que ha autorizado la ejecución del proyecto del nuevo cable y de un segundo enlace a partir de 2020, así como una inversión de 18 millones de euros para la actualización del sistema de reducción de emisiones de la central eléctrica de Mahón.
Hasta que la conexión eléctrica Mallorca-Menorca esté en funcionamiento, el Govern reclama a Red Eléctrica que amplíe el plan de contingencia para disponer de grupos generadores en todas las subestaciones para que, en caso de averías, se pueda garantizar el suministro con equipos provisionales sin necesidad de transportarlos desde Mallorca o la península, como hubo que hacer la semana pasada.
Han preguntado por esta cuestión al conseller los diputados David Martínez, de Podemos, y Josep Melià, de El Pi. El primero ha reclamado un plan de contingencia más completo y ha exigido que se depuren responsabilidades, mientras que el segundo ha incidido en la responsabilidad en lo sucedido del Govern, al que ha culpado por «actuación omisiva».