Endesa ha conseguido otra autorización en el largo proceso administrativo para empezar las obras dirigidas a reducir las emisiones contaminantes de la central térmica del puerto de Maó.
La Comisión Balear de Medio Ambiente aprobó este jueves la autorización para instalar en el recinto de la central una planta de ósmosis que tratará el agua que llegue de la depuradora conjunta de Maó-Es Castell. Dicha estación se necesita para desmineralizar el agua que con posterioridad se inyectará en las turbinas de gas, para que sea de la máxima pureza y no dañe las máquinas. Además se da el visto bueno a la instalación de un tanque de 2.500 metros cúbicos que sirva de depósito para garantizar el suministro, ya que las turbinas deben estar en continuo funcionamiento, así como a los correspondientes equipos de bombeo. El agua abastecerá esa planta desmineralizadora, que requiere un suministro continuo de 30 metros cúbicos por hora y, una vez utilizada en los procesos de ósmosis, junto con los efluentes de la limpieza química, necesita volver a la depuradora para volver a ser tratada, según consta en el proyecto básico.
El expediente no presentaba una «dificultad ambiental», según explicó este jueves el presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Antoni Alorda, y su aprobación permite avanzar hacia el objetivo final: cumplir con el nuevo límite de emisiones para las centrales térmicas establecido por la Unión Europea.
Las sucesivas directivas comunitarias han ido rebajando esos límites y en el caso de los óxidos de nitrógeno (NOx), que es lo que se reducirá con el nuevo sistema de refrigeración de las turbinas de la central de Maó, se espera que al final del periodo de adaptación, esto es, en enero de 2020, se reduzcan en alrededor de un 70 por ciento las emisiones de NOx. El plan nacional transitorio busca reducir las emisiones contaminantes de SO2, NOx y partículas en un 60, 70 y 40 por ciento respectivamente.
Resolución a favor de la reconstrucción del emisario en la EDAR de Ciutadella
En el pleno de la Comisión Balear de Medio Ambiente celebrado este jueves también se dio cuenta de la resolución de impacto ambiental relativa a la restitución del emisario submarino de la depuradora Ciutadella Norte dañado por un temporal poco tiempo después de que se instalara. El expediente de 2017 contempla el proyecto del muevo emisario, de 675 metros, que se sumarán a los 30 metros que se aprovechan del actual, y de una profundidad de 34 metros. Los desperfectos en el emisario se produjeron entre 2014 y 2015 y desde entonces el vertido de la depuradora se realiza a tan solo 88 metros de la costa cuando debería realizarse a 700. Los 600 metros de emisario roto por el temporal ya se extrajeron del mar. El proyecto está presupuestado en 560.000 euros.