Menorca continúa señalada en rojo en el mapa europeo de infracciones medioambientales por culpa de la gestión de los residuos, una de las grandes asignaturas pendientes de la Reserva de Biosfera. Ha pasado más de un año desde que la Comisión Europea amenazó con multar al Govern –una factura que pasaría a los consells– por no haber renovado los planes de gestión de residuos no peligrosos de las distintas islas y el Consell, responsable de su redacción y aprobación en el ámbito menorquín, ni tan siquiera ha empezado a tramitar la aprobación inicial del documento estratégico.
La ineludible revisión del Plan Director Sectorial de Residuos es un problema heredado del anterior equipo de gobierno. El plan que se aprobó en 2006 tenía un periodo de vigencia de seis años y debía ser revisado en 2012, pero el Consell optó entonces por dejarlo en el cajón. Un año antes, en 2011, se aprobaba una ley nacional que obligaba a las comunidades autónomas a presentar una revisión de sus planes de residuos en un plazo de seis años. Se cumplieron a finales de 2017 y en Balears los planes seguían sin aprobarse, lo que motivó el toque de atención de Europa.
El actual equipo de gobierno se marcó la revisión del plan como uno de los objetivos prioritarios y en febrero de 2017, un año y ocho meses después del inicio de mandato, se formalizó la contratación de la empresa Datambient Assessors SL para que se encargara de la revisión del plan. Le daba un plazo de ocho meses para redactar el nuevo documento. Sin embargo, el plan todavía no ha visto la luz.
Retraso
Desde el departamento de Medio Ambiente del Consell reconocen el retraso que está sufriendo este proceso, más que en otras islas (en Mallorca y Formentera ya se ha hecho la aprobación inicial), aunque avanzan que se empieza a ver la luz a final del largo túnel. La semana que viene tienen previsto elevar el nuevo plan al departamento de Ordenación del Territorio, que debe dar su visto bueno por el carácter territorial que tiene el documento, al definir la ubicación de las infraestructuras de tratamiento de los residuos no peligrosos.
Será el momento en que arranque la tramitación para elevar a pleno la solicitud de aprobación inicial del plan. Desde el Consell defienden, no obstante, que la Unión Europea se dará por satisfecha –o al menos frenará cualquier proceso sancionador– en el momento en que se haya producido una aprobación inicial, al entender que en ese momento, más allá del necesario proceso administrativo que le sigue hasta la aprobación definitiva, el grueso del trabajo ya se ha hecho.
Por su parte el Govern, advertido por el Ministerio de Asuntos Exteriores del aviso de incumplimiento de la Unión Europea, ya ha dado pasos para intentar agilizar los procesos en la fase que le compete. El 30 de noviembre de 2017 el pleno de la Comisión Balear de Medio Ambiente acordó dar trámite de urgencia a los procesos de evaluación ambiental de los planes de residuos. Desde entonces está esperando que el Consell le remita plan aprobado inicialmente.