La revisión del Plan Territorial Insular (PTI) incluye una considerable flexibilización de las restricciones impuestas por la zonificación del alquiler turístico, vigente desde el pasado mes de julio. Si ahora el Consell solo permite otorgar nuevas licencias en las zonas catalogadas como turísticas, con las excepciones de Fornells, Es Grau, Sa Mesquida, Es Murtar y Cala Sant Esteve; el nuevo documento presentado para su aprobación inicial abre opciones tanto en suelo rústico ?por la vía de la agroestancia?, como en las urbanizaciones no turísticas y los núcleos urbanos tradicionales, eso sí, siempre que la vivienda sea unifamiliar.
Uno de los temas que habían generado mayor controversia era el veto a las nuevas licencias para el alquiler turístico en los núcleos urbanos tradicionales, los pueblos, incluido Sant Climent. En estos entornos la propuesta es abrir la posibilidad de destinar una vivienda unifamiliar a la actividad turística, ya sea en unifamiliares aisladas ?los chalés?, entre medianeras o adosadas. No obstante, se ha establecido un cupo máximo del 15 por ciento del total de viviendas, es decir, cuando el número de licencias alcance el 15 por ciento del registro de casas unifamiliares en los núcleos urbanos tradicionales, ya no se podrán dar más autorizaciones.