La caminata participativa para exigir la demolición de los dos puentes inacabados de la carretera general y denunciar las «promesas incumplidas» de los partidos que gobiernan en el Consell ha pinchadoi. Solo 16 personas han secundado la convocatoria este domingo y recorrido los seis kilómetros que separan el polideportivo municipal de Maó y la estructura a medio levantar de Rafal Rubí.
El acto, organizado por los colectivos SOS Menorca y Reserva de la Bitlletera, pretendía «alzar la voz» ante un problema que «ha quedado dormido, sin haber cumplido en cuatro años con lo prometido y sin que nadie sepa qué va a hacer el Consell», asegura Laia Marí, simpatizante de Menorca Reserva de la Bitlletera. Porque «aunque sea un tema difícil de resolver, no es una excusa para que el silencio se ocupe de estos temas».
El objetivo de esta caminata animó inicialmente a unas treinta personas que se presentaron en el punto de encuentro. No obstante, la mitad de ellas decidió no participar cuando comprobó que la convocatoria había fracasado.