El Colegio Oficial de Arquitectos de Balears y el de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Menorca instan a las administraciones a cumplir con la evaluación de los edificios y la inspección de las construcciones y edificaciones y que, por tanto, los ayuntamientos notifiquen a los propietarios esta obligatoriedad para evitar que más edificios como el de Ciutadella acaben con desprendimientos y derrumbes.
Esta misma semana las juntas directivas de los colegios oficiales se reunieron para tratar este tema y avanzan que «haremos una comunicación al Consell para que inste a los ayuntamientos a dar cumplimiento sobre el tema».
El presidente de los aparejadores, Miguel Ángel Sicilia, indica, asimismo, que en una reunión con la presidenta del Ejecutivo insular, Susana Mora, ya le trasladaron su preocupación y aunque no tenga competencias al respecto, Sicilia considera prioritario que el tema se debata en junta de alcaldes. El Consell puede colaborar, indica, en cuanto a medios técnicos y recursos humanos. Cuando se apruebe el decreto «estaremos muy encima de su cumplimiento», ya que es la vía con la que velar por la seguridad de las personas.
Apunta que en Ciutadella, donde se aplica la ordenanza, hay «un goteo constante de pequeñas actuaciones» de mejora de los inmuebles. «Las inspecciones de edificios son el motor de las pequeñas actuaciones», un aspecto que no ocurre en Maó donde los informes que se elaboran son residuales al no existir ordenanza y, por tanto, no estar notificando a los propietarios de esta obligatoriedad.
El presidente de los arquitectos, Enric Taltavull, es claro en asegurar que «con la estructura de una casa no se puede jugar», por lo que no tiene ningún sentido esconder el problema y no pasar la evaluación.
Los expertos indican que se detectan más patologías en edificios de la época del franquismo -cuando se construían con materiales de mala calidad- que en edificios históricos. Enric Taltavull indica que «el hormigón elaborado en una determinada época es menos fiable que un viga de madera», por ejemplo. Incluso pone el caso anecdótico de llegar a encontrar vigas construidas con agua de mar. Todo ello incide en la durabilidad del material con claros procesos de deterioro del hierro y el hormigón por oxidación de las armaduras.
El arquitecto Joan Enric Vilardell, secretario del Coaib en Menorca, asegura que en caso de cubiertas planas de viguetas de hormigón armado son las que tienen generalmente mayores patologías porque la falta de impermeabilización oxida el hierro y colapsa la estructura.