El cierre de un tramo de la Vía Ronda de Maó, por las obras de Dalt es Cós y que está previsto que dure tres semanas, ha comenzado la mañana de este lunes con confusión entre los conductores, además de un considerable incremento del volumen de tráfico en la calle Borja Moll.
Muchos de los vehículos que se encuentran cerrado el acceso a la Ronda por la rotonda del CEIP Mare de Déu del Carme se ven sorprendidos y dan una vuelta entera al enlace para entrar en Borja Moll.
Una vez en esta calle, los coches buscan la forma más rápida de entrar en la Ronda y lo hacen por la calle Sant Ciril, ya que ningún indicativo les avisa de que no es esta la vía correcta. Una vez en la Ronda estos conductores se ven frustrados porque tienen que volver a subir a Borja Moll por Roca i Vinent. La presencia policial y el modificado permanente de la señalización han intentado paliar estas situaciones de cierto caos.