El grupo popular del Consell votó ayer tarde contra la Estrategia Menorca 2030, la hoja de ruta que prevé llegar a esa fecha con un 85 por ciento de cobertura eléctrica con energías renovables. La argumentación utilizada por Santiago Tadeo fue tan breve como sencilla, «se fundamenta en un PTI en proceso, no aprobado y con el que estamos en desacuerdo», señaló. Pidió, «por coherencia», que quedara sobre la mesa.
El plan de implantación de renovables, que forma parte del proyecto europeo «Clean Energy for EU Islands», tiene como objetivo el desarrollo de estrategias de descarbonización. Había sido presentado el 22 de enero en el Consell desde el consenso institucional y político, representado en el caso del PP por su presidenta Misericordia Sugrañés.
El cambio de criterio no fue explicado, aunque el ambiente electoral, poco propicio para consensos, pesa en la escena institucional y es probable que el motivo respondiera a una estrategia de ese tipo. Realmente no hubo debate y, por otra parte, tampoco era necesario que el pleno decidiera sobre una hoja de ruta que está aprobada y en marcha. Se trataba de un simple «dar cuenta», o lo que es lo mismo, una prueba de posicionamiento.