El primer concurso electoral de Vox en Menorca resultó vano al quedar fuera de todas las instituciones. Antoni Camps, coordinador del partido en la Isla, reconoce que esa primera participación electoral ha sido como un salto en paracaídas, no había estructura de partido y los únicos precedentes eran negativos, vinculados a destituciones o dimisiones de los cargos orgánicos. No era una buena carta de presentación, a pesar de que la marca Vox estuviera en auge en el ámbito nacional y regional.
Entre desentenderse de una aventura con tintes de precipitación o consolidar el partido, Antoni Camps ha decidido optar por lo segundo con la creación de una estructura que dé presencia insular a Vox y le permita alcanzar dentro de cuatro años el objetivo de todo partido político, obtener representación institucional como medio para influir en la vida política.