La demarcación menorquina del Colegio Oficial de Arquitectos de Balears (Coaib) ha presentado recurso de reposición contra el proyecto de conducción de agua desde la depuradora de Es Castell hasta la central térmica del puerto de Maó, imprescindible para reducir las emisiones y cumplir con la directiva europea. Después de ver como sus alegaciones eran rechazadas por la Dirección General de Energía, los arquitectos han hecho uso de su último recurso administrativo para que se revise el proyecto y se contemple la alternativa que han puesto sobre la mesa.
Su planteamiento es recurrir a un sistema de captación mixto entre las aguas de corriente y las de pozo aprovechando un antiguo depósito situado en el Pla de Sant Joan, a 1,4 kilómetros de la central eléctrica, y hacerla llegar a la central atravesando exclusivamente terrenos públicos para agilizar su ejecución y evitar la construcción de la conducción prevista, de aproximadamente seis kilómetros, desde la depuradora.
Proponen utilizar el ahorro que supondrá el cambio de proyecto para mejorar la depuradora con la incorporación del tratamiento terciario para poder reutilizarlas aguas depuradas, que actualmente se vierten al mar.
Defienden que esa solución supone reducir «extraordinariamente» el coste de la inversión y sus impactos negativos tanto por la ejecución de la obra, como por la imposibilidad de cumplir a tiempo con la directiva europea, lo que obligará a llevar agua en camiones para alimentar el sistema de refrigeración que se está construyendo en la térmica de Endesa en el puerto de Maó.
Inversión
Los arquitectos consideran que la inversión del proyecto es excesiva teniendo en cuenta que solo será necesario para un limitado periodo de tiempo, teniendo en cuenta que una vez se ponga en marcha el segundo cable submarino, previsto para 2027, las necesidades de generación de la central se reducirá drásticamente. Es por ello que consideran que es mucho más eficiente destinar dinero a la mejora de la depuradora. Aseguran que la extracción de agua del acuífero para alimentar la central solo supondrá un 1,34 por ciento de las extracciones actuales.