Alrededor de 700 coches intentan cada día acceder a las playas del sur de Ciutadella y no lo consiguen, según informan los trabajadores del servicio de información de los aparcamientos de Cala Turqueta y Son Saura. El primero, de 120 plazas, se llena entre las 8 y las 8.30 horas de la mañana, el segundo, de otras 200, se cierra una hora más tarde, entre las 9 y las 9.30 horas.
A pesar de la cantidad de vehículos que desfilan a diario por el camino de acceso a estas calas, el trabajo de los informadores permite que el tráfico sea fluido y que se consigan desatascar con rapidez algunas retenciones de un máximo de 10 coches que suelen producirse en el cruce de Sant Joan de Missa, donde se les indica que los parkings están completos. Allí gestionan la situación dos informadores, el coordinador de servicio y un guardia jurado que vigila el desvío hacia Macarella, por donde solo pueden circular el autobús y los residentes.
Los vehículos que llegan a este cruce lo hacen siguiendo las indicaciones de otros dos informadores situados en el cruce de Son Saura, donde se dirigen a los coches hacia Sant Joan de Missa, donde una rotonda permite realizar el cambio de sentido sin demasiadas complicaciones.