La puesta de sol desde los acantilados del faro de Cavalleria es un auténtico espectáculo. Gratis, accesible y para todos los públicos». Es una de las múltiples recomendaciones que pueden leerse en internet y que han ayudado a que este enclave se convierta en un hervidero de coches que, cuando empieza a caer la tarde, ascienden hasta el faro para gozar de las vistas. Y tal es la atracción que la zona se acaba colapsando y creando verdaderos problemas de movilidad.
El Ayuntamiento de Es Mercadal, consciente de que había que minimizar los efectos de esta avalancha de coches, ha contratado este verano a un vigilante que ordena el acceso y cierra el parking del faro una vez se completa el aforo. La medida es una prueba piloto que el Ayuntamiento prevé repetir el año que viene si logra surtir el efecto deseado. Y por el momento, el resultado es satisfactorio, indica el alcalde.
Este vigilante, presente en la zona de las 19.30 a las 21.30 horas, controla los vehículos que ascienden hasta el aparcamiento del faro. Y cuando se completa el aforo -se llegan a colocar entre 70 y 80 coches- se desplaza hasta el estacionamiento de la playa y cierra el acceso al faro. Cuando se vacían algunas plazas pueden subir de nuevo. Hay días en que cuando empieza su jornada ya se ve obligado a cerrar el acceso. El parking está completo.
El alcalde Francesc Ametller indica que la medida «no es drástica» ya que solo se aplica durante dos horas al día y cuando se completa el aforo. «Era necesario para evitar la saturación que se creaba en el faro», agrega. Se implantó a finales de julio y confía en que la próxima semana ya no será necesaria esta figura. No obstante, no descarta mantener al vigilante si prosigue el vaivén de vehículos.
Así, se han solucionado los atascos en las inmediaciones del faro, pero lo cierto es que una vez cerrado el acceso, varios vehículos se ven obligados a dar la vuelta o esperar a que se vacíe. En este punto, el tráfico es lento y se crean colas ya que, o bien maniobran o bien piden información al vigilante para saber cómo acceder. En ocasiones, se producen enfados cuando ven bajar vehículos y no les dejan subir aún. Y es que, el vigilante desconoce si proceden del faro o de otros enclaves de la zona. Por lo que hay que esperar. Además, algunos turistas deciden dejar el vehículo en el parking de la playa y subir a pie. Y es posible que al llegar o el sol ya se ha puesto o el cielo está encapotado y la estampa pierde calidad.
El alcalde asevera que este es un primer paso pero «no quiere decir que tengamos el tema solucionado». Y apunta al Plan Especial de Protección de ANEI Me-3 de Ets Alocs a Fornells. Necesita, según Ametller, una modificación. Quiere que las medidas que el Ayuntamiento propondrá en una próxima reunión con el Consell sean ya una realidad el próximo verano. Un estudio elaborado por el Ayuntamiento propone redistribuir las 60 plazas que el Plan Especial en vigor contempla en Santa Teresa y «ubicarlas donde realmente hacen falta». Estaban pensadas para el ecomuseo, actualmente cerrado. Su propuesta pasa por permitir quince plazas en Sanitja, donde actualmente no se permite ninguna. Además, en la zona de Cala Viola, donde actualmente el Plan Especial permite 10 plazas plantea ampliarlas a 25 o 30. Y finalmente pone el foco en el aparcamiento del faro de Cavalleria, donde el Plan Especial permite 30 puestos. Plantea entre 85 y cien plazas. Cree que el espacio no necesita ampliarse, «solo es actualizar el que actualmente se utiliza en esta zona», concreta.