El Ayuntamiento de Es Castell ha decidido poner remedio a la contaminación de origen que sufre Cala Pedrera desde hace ya varios años y que han obligado a prohibir el baño desde 2016.
A través del Centro Balear de Biología Aplicada, se tomaron ayer un total de 50 muestras en distintos puntos de la cala, con el objetivo de establecer el origen de la citada contaminación fecal que, hasta ahora, no ha conseguido esclarecerse.
Los controles rutinarios que se han realizado en la playa que permiten controlar la cantidad bacterias escherichia coli y esterecocos intestinals que se encuentran en el agua, temporada tras temporada, y que no permiten que se levante la prohibición de baño permanente.
Sobre el origen, el Ayuntamiento y el Centro Balear de Biología Aplicada, remarcan que, previsiblemente, podría tratarse de un vertido procedente de una vivienda particular o de una fuga en el sistema de saneamiento de aguas.
A través del muestreo realizado, se podrán establecer «los diferentes niveles de dilución que experimenta el vertido a medida que se mezcla con el medio receptor y con los resultados obtenidos se podrá representar un mapa de la zona con los gradientes de concentración». Esta es la estrategia, según señala el Ayuntamiento, que permitirá acotar el origen de la contaminación y poner solución.
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