El Ayuntamiento de Ciutadella ha respondido de forma negativa a la petición de Vox de intervenir en el pleno para formular una pregunta relacionada con el muro del Camí de Baix y el partido ha calificado el gesto de «hipócrita» y «muestra de totalitarismo».
Vox expone que se acogió a esta posibilidad en base al Reglamento de Participación Ciudadana de Ciutadella que incluye a la posibilidad de intervenir si quien lo solicita es un partido político. Y así lo asegura, añade, el informe jurídico de secretaria que no revela ningún impedimento formal ni jurídico para ello. Aún así, indica, la Junta de Portavoces decidió «de forma incomprensible». Según ellos mismo explican, la alcaldesa Joana Gomila justificó que «si el pueblo no le dio voz para intervenir en el pleno, ella entiende que no se puede conceder aquello que el pueblo ha negado» y que, además, el tema que propone tratar Vox, ya ha sido tratado este último año.
En resumen, el coordinador del partido, Antoni Camps, dice estar «ante una injusticia enorme, un ataque a los principios de la democracia que supone una demostración clara del sectarismo ideológico» y que Gomila «es el ejemplo más evidente del desprecio a las normas mínimas de convivencia y de respeto a la pluralidad».