La fuente pública de agua potable del edificio Calàbria, en Maó, suministró durante los meses de verano unos 3.600 litros al día, una cifra que equivale a 720 garrafas de cinco litros que se dejaron de adquirir y desechar. La cifra fue ofrecida ayer por el Ayuntamiento de Maó, coincidiendo con la Semana Europea de la Prevención de Residuos.
Inaugurada en febrero de este año, la fuente pública de Calàbria ofrece agua libre de nitratos mediante dos surtidores que cuentan con un sistema de osmosis inversa. Cabe recordar que, a expensas de que se construya la nueva planta desnitrificadora del municipio (cuyas obras todavía no han empezado), el agua que sale del grifo en Maó no es apta para el consumo.
Desde el Consistorio mahonés informan además de que mediante el préstamo de vasos reutilizables se ha evitado el consumo de 2.770 unidades desechables. Además, explican que para incrementar la tasa de residuos separados en origen el Ayuntamiento de Maó trabaja en dos iniciativas: la instalación de una máquina para el retorno de envases como las que se colocan durante las fiestas patronales y la recogida puerta a puerta, un cambio en el sistema que permitirá aumentar el porcentaje de residuos separados en origen hasta una horquilla que se mueve entre el 60 y el 85 por ciento. El Consistorio defiende la medida del puerta a puerta porque además genera mayor conciencia ciudadana, permite recuperar el espacio urbano que ahora ocupan los contenedores y evita la suciedad así como los malos olores.